El Parlamento Europeo ha dado un paso significativo en la lucha contra la publicidad engañosa relacionada con el medio ambiente al aprobar por amplia mayoría una directiva que establece cómo las empresas deben respaldar sus declaraciones medioambientales sobre productos o servicios. Esta medida busca evitar el denominado “lavado verde” y proteger a los consumidores de afirmaciones sin fundamento.
La directiva, que forma parte de un conjunto de medidas para fortalecer a los consumidores en su transición hacia un estilo de vida más sostenible, prohíbe las afirmaciones medioambientales que no puedan ser respaldadas científicamente. Por ejemplo, términos como “biodegradable”, “climáticamente neutro” o “ahorro de agua” deberán ser verificados antes de ser utilizados en publicidad.
Cada país de la Unión Europea deberá designar expertos o instituciones que puedan examinar y aprobar las declaraciones ambientales de las empresas en un plazo de 30 días. Aquellas empresas que violen estas nuevas reglas podrían enfrentar exclusiones temporales de licitaciones públicas y multas significativas.
La directiva también establece diferencias en el cumplimiento de las regulaciones según el tamaño de la empresa, brindando un año adicional para que las pequeñas y medianas empresas (PYMES) se adapten a las nuevas normativas en comparación con las empresas más grandes.
Sin embargo, la directiva aún no es definitiva. El Consejo Europeo, que incluye a los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE, deberá revisar y aceptar el texto del Parlamento antes de que se convierta en ley. Se espera que este proceso se complete antes de las próximas elecciones europeas previstas para junio de 2024.
La aprobación de esta directiva representa un importante paso hacia la protección del medio ambiente y los derechos de los consumidores en la UE, asegurando que las afirmaciones medioambientales en la publicidad sean verificadas y respaldadas adecuadamente.
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