Publicado por: Carmen Castillo
En el mundo culinario, existen personas cuya pasión por la comida trasciende la mera preparación de platos. Federica Barbaranelli es una de esas personas. Yo cariñosamente la considero una “mujer medicina” por su habilidad innata para conectar con las personas a través de la comida. Federica es una mujer cuyo amor por el producto de calidad, la tradición, la artesanía y la belleza se refleja en cada uno de sus platos.
El pasado mes de febrero, en la ciudad de Madrid, Federica cautivó a los asistentes con sus habilidades culinarias y su pasión por la gastronomía. Ofreció el Curso Del Aperitivo Showcooking y Il Brunch, donde compartió una combinación irresistible de sabores y técnicas que había heredado de su madre y abuelas. Para Federica, la cocina va más allá de la mera preparación de alimentos; es una forma de conectar con sus raíces y compartir su historia a través de la comida.
Lo que hace única a Federica es su capacidad para crear un ambiente vibrante y acogedor en torno a la comida. Cada plato que prepara es una obra de arte, cuidadosamente elaborada con ingredientes frescos y de alta calidad. Su cocina es un reflejo de su personalidad: cálida, acogedora y llena de amor.
Durante el curso, Federica no solo enseñó técnicas culinarias, sino que también compartió historias y recuerdos de su infancia en Italia. Para ella, la comida es más que sustento; es una forma de preservar la tradición y la cultura de su país. A través de sus platos, Federica transmite no solo sabores, sino también emociones y recuerdos.
Federica Barbaranelly es una “mujer medicina” que cura el alma a través de la comida. Su pasión por la gastronomía y su habilidad para conectar con las personas hacen de ella una figura única en el mundo culinario.
Próximo Evento
Lo bueno siempre se repite. No te pierdas la segunda edición del curso Il Brunch, donde se rendirá homenaje a la tradicional Pascua italiana. El evento se llevará a cabo en Pinson Living en Madrid, donde los asistentes serán recibidos con una bebida sorpresa, vino, una gran mesa adornada con quesos y embutidos, pizza recién horneada y muchas flores. Una experiencia culinaria que no querrás perderte.
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